Las rachas en el futbol, tanto positivas como negativas, se
terminan. Ya sea la racha goleadora de un centro delantero, o la sequía de
goles del mismo. El invicto de un equipo, o esa serie de partidos que no le
ganan a nadie. Las rachas son una mezcla de factores: preparación del equipo, conformación
del mismo, decisiones guiadas y hasta la misma suerte juegan a favor o en
contra de un equipo o jugador de futbol.
He visto casos de rachas individuales históricas y otras
penosas. Juan Carlos Plata con su racha goleadora que lo llevo a romper el
record de anotaciones históricas o alguno que otro extranjero que no le meten
gol ni al arcoíris. He visto equipos ganar títulos de manera invicta y también
veo y he estado en equipos que pasan una vuelta entera del torneo sin ganar.
Son momentos donde pruebas las mieles del éxito y así también
lo más ingrato del deporte. A veces haces un tiro al marco, pega en el tubo y
en vez de entrar, sale. O muchas veces hasta mismos compañeros de equipo se
quitan las oportunidades de anotar.
En todas las rachas, en todo momento, estando arriba o
estando abajo, la humildad juega un papel determinante así como el trabajo
consciente. Trabajo para mantener el nivel alto de juego así como también el
revertir una situación adversa. Mucha paciencia en momentos difíciles y también
mucha sabiduría para no empalagarse en los momentos positivos.
En la actualidad, Municipal está pasando un momento de racha
negativa. Los jugadores deben mantener la confianza en el equipo y, más aun, en ellos mismos. La autoconfianza no
debe perderse jamás. Los cambios son buenos, generan un movimiento de energía esperando
pasar de negativa a positiva. Pero, principalmente:
La autocrítica, la autoconfianza y el trabajo consciente son
factores determinantes para sobrepasar momentos negativos como una racha
adversa o mantener los pies en la tierra mientras estas en la cúspide de tu
momento.
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