jueves, 6 de diciembre de 2012

Calidad, via para el desarrollo en el futbol...


16 años de carrera profesional y muchos aprendizajes son los que he tenido durante este largo camino. En este momento en mi carrera, es cuando mas claro veo las cosas. No solo en cuestión de lectura del juego, si no también de los diferentes factores que no propician que el futbol guatemalteco se desarrolle como debiera y como todos esperamos que se de.

Cada partido que veo de Liga Nacional y de Primera División no es más que una prueba fiel que estamos operando con lo mínimo de condiciones en todas las áreas de nuestro bendito futbol.

Llego a mis manos un documento que detalla la estrategia del Real Madrid en cuestión de mercadeo. Su principal argumento es el poder llevar a un partido de futbol a competir con cualquier espectáculo (hablando de teatro, cine, etc.). Lo lograron, alcanzando la excelencia en: Mejoras al Estadio Bernabéu, contratación de los mejores jugadores del mundo, trabajo consciente en sus divisiones menores, explotación del mercadeo del equipo y de sus jugadores.

Es aquí donde, a mi opinión, entra en juego el control de calidad en todas las áreas en un equipo de futbol. Con esto no digo que todos los equipos deben ser como el Real Madrid, obviamente hay factores que pocos equipos en Guatemala cuentan así como cuenta el Real Madrid. Hablemos de la historia, los títulos conseguidos, su afición, el ingreso monetario gracias a los socios del club, su infraestructura, el poder económico de su afición, etc. Pero si podemos adaptar la mentalidad con la que los presidentes que han desfilado por el Real Madrid, han actuado.

Si analizamos los estadios en el futbol guatemalteco, son pocos los que cuentan con las condiciones mínimas para que la afición presencie un partido de manera cómoda. No digamos el campo de juego. En lo países desarrollados, futbolísticamente hablando, el terreno de juego es casi perfecto proporcionando la mejor base para que un futbolista pueda hacer sus actividades de manera efectiva. La seguridad en los mismos es un factor primordial por el cual muchos aficionados han dejado de asistir a los estadios del futbol nacional. La creación de agrupaciones violentas llamadas porras o barras bravas son un cáncer en los cimientos de nuestro deporte. Gente que no hace mas que descargar su negativismo, frustración y resentimiento no logra mas que contagiar a un ambiente donde en los años dorados, rojos y cremas podían convivir para ver un partido de futbol. Los jugadores, su scouteo y contratación, no se cuenta con un mínimo de requisito para la práctica del deporte en nuestro país. Hablo de mediciones físicas, técnicas y tácticas sumando también el área psicológica. He visto por tv a un par de jugadores cuyos cuerpos no reflejan el profesionalismo con el que deben regirse para poder llevar a cabo la actividad física y futbolística idónea para realizar una eficiente practica de futbol. De igual manera toco el tema de la técnica. Para que los equipos de futbol ofrezcan un mejor espectáculo, es necesario que los jugadores y técnicos comprendan que cada partido debe jugarse  para ofrecer un espectáculo de alta calidad. Que se forme ese vínculo entre los resultados y la satisfacción de la afición.

El día de ayer me toco jugar semifinales en el estadio de la localidad de la Nueva Concepción, en la liga de ascenso. El campo de juego no era malo, ofrecía lo mínimo para una buena práctica del deporte y así poder ofrecer un espectáculo agradable para la afición y digno de una ronda semifinal. Los camerinos, un desastre. Era como estar dentro de un sauna, lleno de zancudos que no hacia mas que preocuparnos ya que podíamos contraer dengue. Los baños inutilizables, no pudimos bañarnos, etc. Los graderíos, con lo mínimo para que la gente llegase, se sentase y pudiera ver el partido. Las condiciones de seguridad, nulas. Y esto es así no solo en cada estadio de la liga de ascenso, sino mas tristemente en estadios en liga nacional.

Este es solo un pincelazo de lo que, a mi parecer, la federación de futbol debe hacer. Y más aun, la liga nacional junto a cada uno de los equipos de futbol debería asignar recursos para el desarrollo de estas estrategias. No es solo optar por ser directivo y llenarse la boca con ese titulo. Es llegar a esos puestos y ofrecer una alternativa de solución a este enorme problema, que no es de ahora, si no que viene desde los inicios de nuestro futbol. Han desfilado miles de directivos, en equipos, ligas y federación y ninguno ha demostrado un interés genuino por velar en cubrir estos requisitos y propiciar un alza en el nivel de nuestro deporte.

Mucha gente busca explicaciones del porqué no transcendemos a nivel internacional. Mi respuesta es que los años en que el futbol guatemalteco pudo y consiguió logros a nivel internacional, fue cuando la liga nacional contaba con un alto nivel de competencia. Había buenos jugadores, de alto nivel, extranjeros de nombre que llegan a Guatemala a aportar su calidad y experiencia, el arbitraje era responsable y serio.  En conclusión, tal vez no se hacían las cosas de manera consciente, pero al final del día se llevaba a cabo. No se tiene una estructura definida para levantar el nivel de nuestro futbol. No se tiene una planificación para que este deporte ofrezca un espectáculo de alta calidad a los aficionados. Es por eso que el futbol ha perdido terreno frente a otras disciplinas deportivas dentro del país, sino más lamentablemente frente a las preferencias de los aficionados por buscar satisfacer su necesidad viendo futbol extranjero.

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